Según el reciente artículo publicado en https://montrealgazette.com y de autoría de David Kilgour (miembro del Consejo Privado de la Reina para Canadá, defensor de derechos humanos, escritor, antiguo abogado y político canadiense); Canadá, al igual que los Estados Unidos, es una nación de inmigrantes, con oleadas de recién llegados que anteceden a la Confederación y muchos millones más que llegaron y continúan llegando en los siglos XX y XXI.

Según comenta el señor Kilgour, los pueblos indígenas fueron probablemente los primeros en arribar a Canadá, sobre el puente terrestre de Asia, seguidos milenios más tarde por pescadores y comerciantes de pieles del norte de Europa de hoy.

Después de 1845, muchos inmigrantes llegaron de la hambruna; agricultores de Gran Bretaña y Ucrania comenzaron a llegar en la década de los 80’s. De la misma forma, miles de familias de numerosas naciones devastadas por la Segunda Guerra Mundial eligieron a Canadá. Los húngaros fueron recibidos después de su levantamiento de 1956 contra la Unión Soviética, y los vietnamitas se unieron a nosotros desde los botes después de la caída de Saigón en 1975. Los ugandeses expulsados ​​por Idi Amin llegaron entre 1972 y 1974 y muchos sirios llegaron en 2015 y continúan siendo recibidos.

No cabe duda de que Canadá es un país de brazos abiertos, y esto lo demuestra el hecho de que dos exgobernadores generales y el actual ministro de inmigración llegaron como refugiados, respectivamente, de Hong Kong, Haití y Somalia.

“Las encuestas de opinión pública han indicado durante mucho tiempo el apoyo mayoritario en Canadá para continuar con los altos niveles de inmigración los cuales, sin duda, se basan en el orgullo por la diversidad y en una visión bien fundamentada de que los recién llegados enriquecen nuestra vida nacional enormemente, impulsan nuestra economía y reemplazan a una población envejecida con familias jóvenes” señala Kilgour.

En los últimos años, se ha vuelto más fácil obtener el estatus de inmigrante para la provincia de Quebec, que establece sus propias políticas de inmigración. De la misma manera, los gobiernos federales de diferentes franjas políticas han favorecido a los inmigrantes independientes con altas habilidades educativas y laborales consideradas útiles para la economía en evolución. La mayoría de dichos inmigrantes potenciales según los criterios de evaluación nacionales o provinciales, requieren 67 de 100 puntos en seis categorías: experiencia laboral, edad, idiomas, educación, empleo organizado y adaptabilidad.

En la actualidad, la mayoría de los canadienses parecen favorecer tanto la entrada generosa para inmigrantes/refugiados por las fronteras seguras. Esto probablemente refleja la realidad de que, durante los últimos dos años, aproximadamente 40,000 personas han cruzado la frontera entre Canadá y Estados Unidos en un punto donde se encuentran el estado de Nueva York y Quebec. Muchos de ellos supuestamente ingresaron a los Estados Unidos con visas de turista con el fin de presentar una solicitud de refugio en Canadá.

“Este fenómeno viola nuestras políticas de décadas de antigüedad, que incluyen hacer que sea muy difícil obtener visas de visitante si existe algún riesgo de que un solicitante intente quedarse en Canadá como solicitante de asilo o inmigrante ilegal” explica Kilgour.

Dicha situación se ha estado tratando durante el gobierno de Justin Trudeau, quien en un reciente proyecto de ley ha propuesto una nueva línea más dura para los refugiados, en la que el gobierno promulgaría una medida para asegurar que los solicitantes de asilo que ya han presentado una solicitud de este tipo en los EE. UU., Gran Bretaña, Australia o Nueva Zelanda no puedan tener acceso a una audiencia completa de refugiados por parte de la Junta de Inmigración y Refugiados (IRB).

Cabe resaltar que los solicitantes de asilo provenientes de los países nombrados anteriormente podrían acceder solo a una evaluación de riesgos previa a la eliminación por parte del departamento de inmigración, pero tienen más posibilidades de impugnar con éxito una solicitud rechazada con el IRB que con la evaluación de riesgos del departamento.

En conclusión, Canadá continúa abriéndole la puerta a muchos inmigrantes que por diferentes motivos han decidido comenzar una nueva vida. No dejes perder la oportunidad que este maravilloso país te está ofreciendo.

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